En la Iglesia de la Gracia, celebramos la Navidad como muchos lo hacen, con árboles y luces, decoraciones navideñas, villancicos y comida. Hay coronas colgadas alrededor del Santuario, velas de Adviento brillando, y puede que incluso veas a Papá Noel (¡o al menos a algunos hombres mayores con grandes barbas!).

Pero creemos que la Navidad es algo más que una época sentimental. Es la celebración gozosa de la alianza de gracia de Dios revelada en la encarnación de Jesucristo, nuestro Redentor. El Verbo eterno se hizo carne para redimir a los sometidos a la ley, cumplir toda justicia, expiar nuestros pecados, establecer la paz entre Dios y los pecadores, y reunir consigo a un pueblo de toda nación, tribu y lengua.

En Navidad, nos alegramos de la fidelidad de nuestro Dios de la Alianza, que cumplió su promesa de salvación enviando a su Hijo, Jesucristo. Desde la primera promesa evangélica en el Génesis hasta el nacimiento en Belén, vemos la asombrosa gracia y el amor inquebrantable de Dios hacia su pueblo.

Al adorar al Señor encarnado, recordamos que su venida trae luz a nuestras tinieblas y vida a todos los que están unidos a Él por la fe. Por medio de Cristo, somos introducidos en la familia de Dios y hechos herederos de sus promesas eternas. Recordar y celebrar su primera venida nos da esperanza y fuerza mientras esperamos su glorioso regreso.

Ven y únete a nosotros esta Navidad para adorar al Rey recién nacido y celebrar la fidelidad del pacto de nuestro Dios.

"Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado;

y el gobierno estará sobre su hombro,

y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Fuerte,

Padre Eterno, Príncipe de la Paz".

- Isaías 9:6

Joshua Suh, Pastor Principal